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Roberto Carreras

¿Cómo Internet cambia la industria musical?

La música es un sector interesantísimo, debido a que lidera por encima de cualquier otro la consolidación en digital; no por la revolución provocada por la industria, sino por la revolución liderada desde el usuario empoderado por el uso de la tecnología a la hora de descubrir, acceder, consumir y compartir la música que les apasiona. Una revolución que afecta al modelo de negocio convencional, a cómo los artistas se relacionan entre sí y producen sus canciones, al papel que el fan comienza a jugar pasando de ser sujeto pasivo a convertirse en parte del proceso creativo y, finalmente, al modo de acceso a la popularidad. Podríamos resumirlo en tres ideas:
  • Cómo los artistas producen y colaboran entre ellos.
  • Cómo los públicos consumen y participan.
  • Cómo ha cambiado la relación entre el artistas y sus fans (contacto, recomendaciones de música, etc.)
Internet y la Tecnología ha provocado un entorno negativo para los viejos modelos de negocio pero lleno de oportunidades para nuevas ideas, para nuevos actores y, sobre todo, para los artistas. Siempre que se adecúen al cambio de comportamiento de los fans a la hora de consumir música y sepan qué es lo que tienen qué hacer para tener éxito. Ahora los artistas disponen de cientos de herramientas en la Red para crear a coste cero, los consumidores ya no se conforman con darle al play, quieren ser los protagonistas, y la frontera entre ambos es cada vez más difusa. Por ello, la música debe centrarse cada vez más en el fan, en el contenido y, sobre todo, en la personalización de la experiencia. La importancia radica en el fan, que decide lo que quiere consumir y cómo quiere hacerlo.
 
Probablemente el mayor de los desarrollos experimentados por la industria discográfica en la transición de la distribución y consumo físicos a digital haya sido el incremento en popularidad de smartphones, las tablets y las tiendas de aplicaciones (iOS de Apple y Android de Google) Con la compra de terminales smartphone y tablets los consumidores no sólo adquieren nuevas plataformas de consumo de música, sino también nuevos dispositivos capaces de realizar transacciones. Así, es posible desde un dispositivo portátil la capacidad de completar todo el ciclo de experiencia: buscar, descubrir y adquirir, consumir y compartir. Para las compañías de música (o cualquier otra empresa de contenidos), así como para los desarrolladores, estos nuevos dispositivos de consumo crean nuevas oportunidades y nuevos caminos para distribuir y monetizar la música.
 
Más allá de su consumo, la música hoy en día nos acompaña en todo momento, conforma nuestras experiencias y emociones allá donde estamos, la disfrutamos desde cualquier dispositivo y en movilidad. En la generación de nuestra Identidad Digital y en la socialización que nos dan los distintos servicios de redes sociales, la música potencia nuestra sociabilidad online conformando un nuevo tipo de experiencia (en su consumo) Sin duda, hoy en día, se crea, descubre, consume, comparte y comenta más música que nunca.
 
El cambio de comportamiento del usuario, provocado por la tecnología, ha modificado las reglas de juego de la música. La gente no quiere gastar grandes cantidades de dinero en un producto físico que tiende a desaparecer, en un entorno en el que el mercado digital continua creciendo año tras año, y se está convirtiendo en estratégico. A ello tenemos que añadir el móvil como un elemento esencial en el consumo de música, no sólo en su función de MP3, sino también a la hora de consumirla en servicios de streaming y aplicaciones a través de smartphone’s.
 
Está claro que la gente más importante en la industria musical son los artistas y los fans. La clave está en desarrollar nuevos caminos que los conecten. En este aspecto la Tecnología y los Contenidos, así como las distintas herramientas que proporciona Internet y las Redes Sociales, son elementos estratégicos para el futuro de la música y de los artistas, junto a la posibilidad de crear experiencias a través de la colaboración de las personas.
 
El futuro de la música pasa por comprender el cambio de comportamiento que la tecnología ha propiciado en las personas y tratar de monetizarlo. Ya no son tendencias, no son el futuro, sino parte del presente y una realidad a la hora de consumir música:
  • Acceso Vs. Pertenencia: “De la música como producto a la música como servicio“.
  • Captura Vs. Colección: no queremos recopilarlo todo, sino descubrir, y acceder, nuevas canciones de manera sencilla en el momento en que las escuchamos, como prueba el éxito aplicaciones como Shazam.
  • La clave está en poder disfrutar de la máquina de discos infinita gracias al crecimiento de modelos de suscripción y servicios de Cloud Computing.
  • Consolidación del negocio digital (ya supera al físico en multitud de países, evidentemente con un volumen mucho menor al que hace años significó el físico) y del streaming.
  • Sharing: además de la facilidad de acceder a la música, la gente quiere poder compartirla entre sus amigos para potenciar la sociabilidad que nos dan los servicios de redes sociales. Así lo demuestran cifras como que más del 60% de los vídeos que se consumen en YouTube se descubren a través de recomendaciones de contactos en diferentes plataformas de servicios de redes sociales
  • Cambio en el acceso a la popularidad con servicios como YouTube, que han propiciado que jóvenes artistas como Pablo Alborán o Justin Bieber, entre muchos otros, se conviertan en grandes estrellas.
Sin duda, la música es el gran espejo al que otros sectores deben mirarse en el proceso de digitalización… Seguiremos investigando su evolución.

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