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Roberto Carreras

Cultura del Remix: Co-Creación y Re-Creación

Hemos dejado a un lado la época en la que la creatividad era consumida, pero el consumidor no era percibido como un creador, una cultura controlada de arriba abajo. A pesar de ello, nunca en la historia del Hombre la Cultura había estado tan profesionalizada ni nunca antes tan concentrada en grandes industrias, Gobiernos y monopolios a nivel internacional que persiguen a las personas mediante legislaciones restrictivas y leyes antipiratería. Un usuario ávido de consumir y re-crear, ávido de aportar su creatividad.
 
Sin embargo, nunca en la historia de la Humanidad se había vivido una época en la que la gente participase en la creación y la re-creación de la Cultura como la que vivimos en la actualidad, gracias a Internet y las facilidades de la Tecnología para potenciar la colaboración entre personas y la accesibilidad a innumerables contenidos culturales. Como señala Larry Lessig, profesor de la Universidad de Stanford y fundador de Creative Commons, «una cultura en la que las personas producen por el amor a lo que están haciendo y no por el dinero«. Ello está facilitando el crecimiento de fenómenos como la Cultura del Remix, la Co-Creación o el Crowdsourcing, que tienen un alto impacto tanto en la Cultura, tal y como sucede en la música, como el mundo empresarial. Lessig subraya la importancia de «la cultura que los jóvenes están produciendo todo el tiempo; tomando las canciones actuales y los temas antiguos y remezclándolas para convertirlas en algo diferente. Es la forma en la que ellos entienden el acceso a la cultura».
Según una entrevista a Vito Campanelli, autor de ‘Web Aesthetics: how digital media affect culture and society’: «Los individuos se ven obligados a pensar en términos de post-producción y remezcla, para poder hacer frente a la sobrecarga de información digital con la que se encuentran todos los días. Si la cultura siempre ha evolucionado a través de la variación, selección y repetición, habitamos la cultura remix por excelencia, sobre todo si se tiene en cuenta la simplicidad y la velocidad de las rutinas computarizadas del cut & paste (cortar y pegar), lo intuitivo del Photoshop o el After Effects. Por su parte, Lev Manovich sostiene que el software moderno dio vida a un escenario en el que las operaciones de selección, construcción, edición y publicación de datos se facilitaron a tal punto que se puede prever una etapa de «remezcla total» en la que todo puede mezclarse con todo el resto».
 
Asistimos al impacto de la creación colectiva con fenómenos como el NetArt y ejemplos como Jodi o el colectivo Santofile. Otro ejemplo es lo que sucede con Anime Music Video; según Wikipedia un anime music video (comúnmente abreviado AMV) es un video musical que consiste en varias escenas de una o más series o películas de anime ambientadas para una canción en particular. En su mayoría son videos de música que no han sido lanzados oficialmente por los músicos, si no que han sido composiciones creadas por fans, tomando escenas de las series y sincronizándolas con la canción. La mayoría de los AMV son distribuidos a través del Internet. Muchas convenciones de anime frecuentemente realizan concursos o exhibiciones de AMV. Este tipo de manifestaciones artísticas digitales está pasando de ser marginal a ser habitual, tal es el caso de los «memes». Según Wikipedia, un meme es, en las teorías sobre la difusión cultural, la unidad teórica de información cultural2 transmisible de un individuo a otro, o de una mente a otra, o de una generación a la siguiente. Es un neologismo acuñado por Richard Dawkins en su libro «El gen egoísta».
 
A lo largo de todo el mundo vemos cada día más muestras de la importancia de la apertura y la colaboración entre las personas. Internet ha significado un nuevo paradigma en la manera en la que nos unimos para colaborar, crear, co-crear y re-crear, ya sea entre nosotros, usuarios, o a través de iniciativas de artistas que abren sus creaciones a la participación de otros, empresas que deciden apostar por las ideas de sus clientes o Gobiernos que colaboran de forma real con el pueblo. El espíritu de compartir y las iniciativas reales en línea están cobrando cada vez una mayor relevancia y dando resultados realmente positivos.
 
El potencial de Internet como herramienta de colaboración está impulsando una nueva era en el desarrollo, el crecimiento y la productividad de las personas. Una nueva era en la que la colaboración está modificando las reglas de juego entre las empresas, instituciones, gobiernos, artistas, músicos y personas. En este terreno surgen iniciativas que están impactando sobre manera en la forma de crear y consumir música. De hecho, 8 de los 10 vídeos más vistos en YouTube tienen relación con la música y, muchos de ellos, nacidos de creaciones de usuarios desconocidos que remezclan, cortan y pegan, crean y co-crean nuevos materiales basándose en los materiales existentes y creados por los artistas. La Cultura del Remix tiene un peso cada vez mayor en la industria musical, como siempre ha ocurrido entre músicos, pero por primera vez está abierta a la creación y la creatividad de la gente y de los usuarios de la Red.
 
Como señala Alejandro Piscitelli, «el contenido no sólo ha de basarse en la originalidad, también en la transformación de lo existente. En la idea del remix: tomo, mezclo y subo, contenidos que, por otro lado, también pueden tener un alto grado de innovación y talento». Recordando a Manuel Castells, «mucho de lo que nos sorprende de Internet deriva de las cuatro culturas que ayudaron a su creación: la tecnocientífica, que da transparencia a Internet; la hacker, que se funda en el valor de la creatividad, la generosidad de sus miembros y el respeto a los pioneros; los emprendedores, y las comunidades virtuales, que son las encargadas de dar voz a cualquier persona, sean cuales sean sus intereses. Estos elementos dan a Internet una transparencia que choca con las estructuras básicas de la sociedad y que deben adaptarse a esta nueva realidad como, por ejemplo, la Propiedad Intelectual (Remix y Free Culture)».
 
En todo del mundo miles de personas están creando cosas nuevas a partir de lo que ya existe. Para favorecer esta Cultura del Remix surgen iniciativas interesantes a lo largo de todo el mundo. Una de las de mayor éxito sin duda, son las licencias Creative Commons, que apoyan a los creadores en la difusión de sus trabajos cediendo algunos derechos a quiénes los consumen y les permiten defender, al mismo tiempo, una cultura libre dentro de las amenazas del copyright abusivo. Por tanto, crece la demanda de licencias alternativas que se presten a la Cultura del Remix, como la ya citada Creative Commons o Colaboratorio Platoniq, una organización donde interactúan profesionales de la cultura y desarrolladores de software.
 
Investigar el comportamiento de las personas en Internet es la clave a la hora de interiorizar procesos colaborativos y de participación en los proyectos empresariales, tanto con públicos internos, como externos.
 
«Llegar juntos es el principio; mantenerse juntos es el progreso; trabajar juntos es el éxito», Henry Ford.

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